viernes, 7 de octubre de 2011

René en libertad supervisada

A la 4:30 de la madrugada de hoy fue liberado René González de la cárcel de Marianna, Florida, aunque deberá permanecer en Estados Unidos bajo el régimen de libertad supervisada por tres años.
A la salida del penal lo esperaban sus dos hijas, Irma e Ivette, su hermano, Roberto, y el padre, Cándido, además de su abogado, Philip Horowitz, informó la enviada especial de teleSUR, Aissa García.
“El día de hoy René González se ha convertido en el primero de los cinco antiterroristas cubanos presos en cárceles de Estados Unidos en ser liberado, en poner los pies fuera de la cárcel”, reportó la periodista desde el lugar.
El cubano fue liberado a las 04H30 locales (la misma hora en Cuba) de este viernes y se encuentra con su familia, según informó a teleSUR su abogado Phillip Horowitz.
El jurista dijo a la enviada especial que René González se encuentra en buen estado de salud luego de ser examinado tras su salida.
González pese a salir de prisión, no podrá regresar a Cuba debido a una orden judicial que lo obliga a estar tres años más en libertad supervisada.
El cubano está reunido con sus hijas Ivette e Irmita, su padre y su hermano Roberto. Sin embargo, no puede ver a su madre, Irma Sehweret, ni a su esposa, Olga Salanueva debido a que el Gobierno de Estados Unidos no les otorgó la visa para esperar en la salida.
En Cuba la correponsal de teleSUR informó que la tarde de este viernes “todas las religiones se reunirán y harán una proclama del Comité de Solidaridad por caso de 5 héroes”.
“En la proclama que realizarán los credos esta tarde se exigirá además extradición de Posada Carriles” agregó.
René González es uno de “los cinco héroes cubanos” condenados en Estados Unidos por vigilar organizaciones terroristas de origen cubano-americano con sede en Miami.
Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, y Antonio Guerrero son se encuentran aún presos en Estados Unidos, desde el 12 septiembre de 1998.
Su detención ha desencadenado numerosas protestas en diversas partes del mundo donde desde intelectuales, familiares, políticos y otros sectores de la sociedad civil, han exigido su liberación.


(Información de Telesur)

Olga Salanueva, esposa de René

La mujer que durante 13 largos años esperó que la justicia devolviera su hombre a casa, sabe que eso ya no es posible. Ni la justicia pudo hacerse, ni su esposo podrá retornar de inmediato al hogar que su esposa y sus hijas arreglaron para él.

Por eso ella no pegó un ojo en la larga noche de 6 para 7 de octubre de 2011. Sabía que a cualquier hora sonaría el teléfono y tras el timbre la voz que la estremece desde cualquier distancia. Por fin, un poco después de las 5 y 30 de la madrugada, hora de Cuba, llegó la llamada más esperada de su vida.

Cuando del otro lado le escuchó decir a René, “Mi amor…”, todo el caudal de la espera se le desató en una mezcla de alegría infinita por saberlo libre y junto a sus dos hijas, su padre y hermano y las lágrimas que le brotan con tanta frecuencia desde aquella otra madrugada, violenta y triste, de 1998, cuando un comando SWAT asaltó su pequeño apartamento en Miami para llevárselo a él a punta de pistola, dejando a Olga, su hija Irmita de 14 años y la pequeña Ivette de solo 8 meses en un hueco de tristezas y abusos que aun no cesa.

Hace unos meses Olga contaba, ilusionada, cómo sería el 7 de octubre en su vida y la de su familia. Para ese día estaba anunciada la salida de prisión de su esposo René González, uno de los Cinco héroes cubanos, presos injustamente en cárceles norteamericanas por haber infiltrado células terroristas anticubanas asentadas en el sur de la Florida.

Condenado a 15 años de privación de libertad, que por la medición de los tiempos carcelarios, se cumplen este 7 de octubre, 13 años después, la idea de Olga y René era reencontrarse lo más pronto posible. Él quería pasar solo unas horas en Estados Unidos, las imprescindibles para saludar a los amigos solidarios que han sostenido la demanda de libertad para los Cinco en territorio norteamericano y enseguida volar a Cuba, a los brazos de Olga, al reencuentro con la familia y los amigos, a su hogar, a su Patria.

A diferencia del resto de los presos del mundo, René no podía ser recibido por su esposa a la puerta de la prisión de Marianna, donde pasó los últimos años de injusto encarcelamiento, porque las autoridades norteamericanas le prohíben a ella poner un pie en los Estados Unidos. Por eso el plan era regresar inmediatamente a Cuba y así lo pidió a través de su abogado desde principios de este año. Hace menos de un mes, llegó la respuesta: “Ud. no puede regresar a Cuba, tiene que cumplir en territorio norteamericano, tres años de libertad vigilada…”

Los planes del amor fueron rotos así por una decisión absurda y arbitraria, una más en el largo rosario de prácticas arbitrarias contra los Cinco.

Desde otra cárcel, en Georgia, Ramón Labañino, su compañero de causa, condenado a 30 años, escribía a los amigos del mundo:

Nos preocupa la situación de René. Tenemos que gritar y movilizar a todos para que esta crueldad se acabe inmediatamente. Es muy irónico que este país que deporta tantas personas cada día, que se esmera en destrozar familias, separar hijos y padres, abandonar madres, tirar a la muerte a enfermos terminales por el solo hecho de no ser legales, y se esfuerza con recursos desmedidos en botar a las personas de todo tipo fuera de sus fronteras, ahora se empecine en que René no se vaya y se quede en él, en contra de su voluntad, incluso de la misma lógica, pues para ellos seria mucho mejor quitarse este dilema de encima, simplemente enviándolo a Cuba, con sus seres queridos…

A pesar del abuso, de los riesgos que enfrenta René a partir de su salida de la prisión a las calles de cualquier rincón de los Estados Unidos, donde campea libremente el terrorismo anticubano, cuyos planes él ayudó a frustrar, Olga sonríe este siete de octubre. No recuerda un amanecer más hermoso que éste en los últimos 13 años. René ya está libre y junto a él están sus hijas.

“Cuando me llamó, se le sentía eufórico. Nuestras hijas lo filmaban para que yo pueda ver lo que me perdí. Luego me llamó nuevamente, iban en un auto hacia el lugar donde se alojará estos días hasta presentarse al oficial de probatoria y él iba cantando, a voz en cuello, una canción de Silvio, “El mayor”, que es su favorita. Las niñas le llevaron fotos, libros y discos con las canciones que a él le gustan.

Seguramente, también, llevaban los versos más recientes de otro de sus hermanos injustamente presos, el poeta Antonio Guerrero, quien escribió en vísperas de la excarcelación de René:

Queridos amigos:

Muchas veces he pensado en este día, en el que René terminaría su injusta condena y saldría en libertad. Sobre todo, en aquellos más de 8 años en que soportaba sobre mis hombros la descomunal errónea sentencia de cadena perpetua que se me impuso siempre veía una luz, siempre tenia un motivo de alegría al pensar en la llegada de este día. Pienso que mis hermanos han sentido lo mismo. No todo será como quisiéramos. No hay cómo reparar el daño. No hay cómo revertir la injusticia. Pero en el fondo hemos sido siempre hombres libres y a partir de este 7 de octubre lo seremos más.

Palabras de Antonio, uno de los Cinco sobre René

Queridos amigos:

Muchas veces he pensado en este día, en el que René terminaría su injusta condena y saldría en libertad. Sobre todo, en aquellos más de 8 años en que soportaba sobre mis hombros la descomunal errónea sentencia de cadena perpetua que se me impuso siempre veía una luz, siempre tenía un motivo de alegría al pensar en la llegada de este día. Pienso que mis hermanos han sentido lo mismo. No todo será como quisiéramos. No hay como reparar el daño. No hay como revertir la injusticia. Pero en el fondo hemos sido siempre hombres libres y a partir de este 7 de octubre lo seremos más.

Acabo de escribir estos versos que comparto con ustedes.

OTRA BREVE CARTA A RENÉ

Hermano:
Por fin la larga espera se hizo día
con el peso de todo el tiempo ido,
con las luces de un cálido sonido
apagando la voz de la sombra sombría.

Te imagino cruzando el mediodía
lentamente, como un niño perdido
recorriendo un lugar desconocido
que comunica al llanto y la alegría.

Te imagino de regreso a ese mundo
donde la vida exhala su fragancia
lleno de paz, de sueños y de fe.

Te imagino, con tu mirar profundo
mirándonos de cerca en la distancia,
saboreando un buchito de café.

Cinco abrazos.
¡Venceremos!

Antonio Guerrero Rodríguez
6 de octubre de 2011
FCI Florence

Fotos de la cárlcel que René abandonó

Consulta las fotos de la cárcel de Marianna que René abandonó hoy para siempre en:
http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/10/07/en-fotos-la-carcel-de-marianna-que-hoy-abandonara-para-siempre-rene/